Vivimos en una sociedad que históricamente creyó que los “creativos” eran un selecto grupo de seres humanos dotados de una cualidad especial, única, reservada sólo para unos cuantos elegidos e iluminados.
Los avances en el estudio de las neurociencias y la revalorización de esta disciplina aplicada echaron por tierra ese mito: todos somos seres creativos por naturaleza. Si bien es cierto que las personas consideradas “creativas” tienen capacidades más desarrolladas, la generación de ideas nace normalmente de una amplia base de conocimientos que empapa los circuitos cerebrales y que puede ser estimulada, entrenada, mejorada.
El objetivo de este libro, apoyado en el Método Braidot de neurociencias, es exponer saberes y ejercicios que establecen espacios propicios para que cada persona encuentre de dónde abrevar para que su creatividad resulte más frondosa, frecuente e innovadora.
Una verdadera hoja de ruta hacia una mayor y mejor creatividad
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