Una mirada desde la Neurociencia y la Neurocuántica
Hoy celebramos el Día Mundial del Corazón. Una fecha que invita a reflexionar no solo sobre la importancia de cuidar nuestra salud cardiovascular, sino también sobre el rol que el corazón cumple en nuestra vida como centro de consciencia, energía y creación.
El corazón: mucho más que un órgano
La ciencia moderna ha demostrado que el corazón no es únicamente una bomba que impulsa la sangre. Posee más de 40.000 neuronas especializadas, conformando lo que se conoce como el “cerebro cardíaco”. Este sistema le permite procesar información, generar memoria y comunicarse con el cerebro, influyendo directamente en nuestra mente y en nuestras emociones.
Una visión neurocuántica
Desde la Neurocuántica, el corazón es un campo resonante que organiza la coherencia de todo el sistema humano. Es el puente entre pensamiento, emoción y energía. Cuando mente y corazón vibran en sintonía, entramos en un estado creador que nos permite influir en nuestra biología, en nuestras relaciones y en el entorno.
Fundamentos científicos
Investigaciones del HeartMath Institute han demostrado que el campo electromagnético del corazón es hasta 60 veces más potente que el del cerebro y se expande varios metros alrededor del cuerpo. Este hallazgo confirma que lo que sentimos no se limita a nuestro interior: se irradia como frecuencia que impacta en los demás.
El corazón como creador de realidades
La mente visualiza, pero es la emoción del corazón la que le da fuerza a la intención. Sin emoción, un pensamiento es débil; con emoción elevada, la intención se convierte en una frecuencia capaz de colapsar posibilidades y materializar realidades. Cada latido, cuando está cargado de gratitud, amor y propósito, se transforma en un acto creador.
Un llamado en este Día Mundial del Corazón
Hoy, más que nunca, necesitamos entrenar no solo nuestro cuerpo, sino también nuestra vibración. Cuidar el corazón no es únicamente prevenir enfermedades, es también aprender a usarlo como motor cuántico de nuestra evolución personal y colectiva.
El corazón late, pero también siente, recuerda y crea. Es el centro de nuestra coherencia y el faro de nuestra consciencia. Honrarlo es honrar la vida misma.
Dr. Néstor Braidot – Neurocientífico
Creador del enfoque Neurocuántico Aplicado