¿Qué tienen debajo del cráneo los líderes exitosos?

Uno de los factores decisivos en el crecimiento del neuroliderazgo ha sido el desarrollo de equipos que permiten observar y medir reacciones cerebrales en el momento en que éstas se producen.

Por ejemplo, qué zonas se activan mientras un directivo evalúa alternativas para tomar una decisión, cuáles permanecen apagadas, qué ocurre en los neurocircuitos ejecutivos y emocionales, cuánto tarda para evaluar alternativas y elegir una entre varias.

Asimismo, e incluso a nivel grupal, se estudia en qué medida las emociones favorecen o bloquean los procesos de toma de decisiones.  

Los más efectivos para «entrar en el cerebro» son los equipos que utilizan escáneres y permiten analizar lo que ocurre observando neuroimágenes.

Como sus métodos no son invasivos, los investigadores pueden hacer muchos estudios y obtener información detallada acerca de la actividad de un cerebro en particular.  Veamos algunos casos:

líderes exitososUniversidad de Reading, Gran Bretaña

Se emprendió una investigación para conocer cómo funcionan los cerebros de líderes destacados durante los procesos de toma de decisiones.

Uno de los participantes fue el empresario John Madejski,  quien se introdujo en un escáner de resonancia magnética durante los 45 minutos que duró el experimento.

El grupo de participantes estuvo integrado por directores, ejecutivos de empresas y líderes en diferentes ámbitos, incluidas las fuerzas armadas. Mientras permanecían en el escáner, debían realizar una serie de ejercicios que permitían conocer cómo procesaba su cerebro la información.

Escuela de negocios ESADE, España

La escuela de negocios ESADE, en forma conjunta con la Universidad de Arizona, realizó un trabajo para investigar las dinámicas neurológicas que se producen en la toma de decisiones en equipo.

En este caso, se utilizó una tecnología denominada ABM (Advanced Brain Monitoring), que permite estudiar varios de cerebros de forma sincronizada mientras trabajan, ya sea respondiendo un test, resolviendo problemas o situaciones simuladas.

Como se puede observar, estamos transitando una era en la cual la investigación científica para hallar los mejores perfiles, tanto en quienes lideran como en quienes integran sus equipos, es una realidad.

En el siglo XXI se necesitan nuevos recursos y nuevas herramientas, porque la realidad así lo demanda. Esto vale tanto para los líderes, que tienen a su cargo procesos tan delicados como la toma de decisiones, como para los integrantes de los equipos de trabajo, que deberán estar altamente motivados para ser más eficientes, más creativos y más productivos.

Recientemente, un neurólogo de alto prestigio, Álvaro Pascual-Leone, afirmó que el liderazgo está relacionado con el cerebro, y también dijo lo siguiente: «Cuando tomas una decisión, te cambia el cerebro».

, y en línea con quienes pensamos que el liderazgo es una habilidad que todos podemos desarrollar, afirmó que ser líder es inevitable debido a que se trata de una realidad humana ineludible, y que la clave está en el cerebro.

¿Por qué muchas personas no desarrollan esta cualidad? La respuesta es mucho más simple de lo que parece: porque en vez de focalizar la atención en el medio que las rodea, se centran en la percepción que tienen sobre sí mismas, entonces, no comprenden las intenciones ni las emociones de los demás.

En definitiva, si bien las nuevas tecnologías -como la microinformática, la robótica y muchas de las manifestaciones de la era digital- nos han situado en un contexto caracterizado por el vértigo que plantean los nuevos escenarios a nivel global, los avances producidos luego de la década del cerebro constituyen una herramienta extraordinaria para diseñar nuevas formas de administración y gestión y, por supuesto, para que toda persona pueda desarrollar sus habilidades en materia de liderazgo y toma de decisiones.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *